La máxima de que “el amor empieza por casa”, encontró en los teólogos medioevales una sistematización, el “ordo amoris”, según el cual el cristiano debe amar a todos, amigos y enemigos, sin exclusión, pero ordenadamente, empezando por los más cercanos por vínculos de sangre, de vecindad y de amistad, luego siguen los del mismo pueblo y la misma patria, y así sucesivamente.
Los judíos así lo entendieron en las Escrituras y así lo entienden hasta hoy, aunque la Biblia no se cansa de recordar que Israel fue un pueblo nómada y extranjero y por eso debe respetar y socorrer a “los otros”. Asimismo, el amor a “los demás” exige, en el Evangelio, amar incluso a los enemigos, pero no con preferencia a “los nuestros”. Sin embargo, Jesús enseñó a amar a todos los que “aquí y ahora” necesitan de nuestro amor.
La teología del orden del amor ha sido utilizada por el vicepresidente de los EE.UU. JD Vance, un católico converso, para justificar las deportaciones masivas de migrantes ilegales, ordenadas por el presbiteriano Donald Trump, como diciendo: los queremos, pero lejos de aquí, porque primero queremos a nuestra gente.
La respuesta a este argumento no se ha dejado esperar: primero los obispos católicos y recientemente el Papa Francisco, mediante una Carta dirigida a los obispos estadunidenses, han corregido la “teología” de JD Vance: “El amor cristiano no es una expansión concéntrica de intereses que poco a poco se amplían a otras personas y grupos. El verdadero ordo amoris que es preciso promover es el que descubrimos meditando constantemente en la parábola del ‘buen samaritano’… es decir, meditando en el amor que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción”. En suma, un amor selectivo, que ama los míos “en contra” del otro, no es amor cristiano.
No hay que ser adivino para avizorar que las relaciones entre ambos, Francisco y Donald, no serán armoniosas, como no lo fueron en el primer mandato de Trump, cuando el Papa llegó a afirmar que cualquiera que construya un muro para mantener fuera a los migrantes en lugar de puentes “no es cristiano”. Francisco se ratifica en la Carta citada: “El acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación, de persecución o por el grave deterioro del medio ambiente, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión”. Y continúa: “Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”.
A su vez, la valiente obispa episcopal Marianne Edgar Budde le pidió al flamante presidente mostrar compasión en el ejercicio del poder, provocando el disgusto inocultable del magnate.
Y no se trata solo de las deportaciones, sino de toda la ayuda humanitaria de los EE.UU.: USAID, OMS, emergencias.
Es sabido que los católicos norteamericanos constituyen una comunidad mayoritariamente conservadora, que ha visto en Trump a un paladín del anti-abortismo, la libertad religiosa, la familia tradicional y el freno a la cultura “woke”, la plaga de nuestros tiempos. Esta simpatía, que ha influido poderosamente en el resultado electoral, está dispuesta a olvidar la sarta de valores anticristianos que personifica su actual presidente: el escandaloso testimonio de su vida, el culto a la riqueza, reflejada en la inédita plutocracia gobernante, y el abandono de los valores que durante dos milenios han forjado indeleblemente el “ordo valorum” occidental: la humildad, el perdón, la compasión, la solidaridad, la dignidad humana, el desapego a la riqueza y, sobre todo, el amor a la verdad.
Bien informado y claro. Además, coincido. Estamos ante un ataque al amor
Estoy totalmente de acuerdo con tu sabio artículo sobre el “ordo amoroso”. Si no fuera así no tendría sentido el amor y la inclusión a “todos, todos, todos” incluyendo al samaritano y a los enemigos. Y ahí está la divergencia con los que desde su escandalosa abundancia viven discriminando y excluyendo del derecho de nacer, ser y vivir. al pobre y al diferente.
Tipos de amor…. Formas de amar…. Y todo entrelazados con política, formas de gobierno…siempre hubo inmigrantes, la diferencia es que hoy tienen apropiada la idea de que tienen «legítima y legal» la forma de amar qué les corresponde, ya que se habla en ese espacio
El problema de las migraciones masivas es que traen consigo sus usos y culturas que trastocan los valores locales, lo que a su vez desestabiliza el pais. Si se quiere resolver de verdad el problema hay que trabajar en la pobreza, inseguridad, explotación, medio ambiente y oportunidades en sus propios paises. Caso contrario, mas temprano que tarde los países occidentales continuarán con la política de deportaciones de Trump, como única forma de salvarse de los problemas económicos y violencia cultural que traen los migrantes.
Totalmente de acuerdo! Ese es el camino
Muchas gracias Francesco!
Los catolicos sabemos lo que es el amor gracias a las enseñanzas que nos dejó Cristo, asi que tenemos claras las ideas si queremos seguirlo, ejemplos tenemos muchos ,recordemos Teresa de Calcuta que decía hay que darlo hasta que duela,.Todos tenemos las ideas claras y sabemos quien es quien en relacion a Francisco y Trump asi que no podemos perdernos en nuestra opinion
El amor por el amor es innegablemente la mayor expresión de humanidad, pero cuando los peros intervienen muchas contradicciónes florecen
La carta del Papa y el comentario de Francesco son oportunos y en línea con la caridad cristiana. Son tiempos difíciles para la gran cantidad de migrantes
El amor no se manifiesta uniformemente, está condicionado por otras variables de las que no se salva ni el Vaticano. Es como el voto de pobreza. Caeríamos sino en clichés y sofismas, como aquellos de que el Vaticano debería despojarse de sus riquezas para repartirlos a los pobres.
Estimado Dr. la postura del Papa Francisco en lo que refiere al amor al prójimo es mal impartida desde el Vaticano, pues cuando suceden estas situaciones (caso deportaciones en EEUU), sale a criticar fuertemente, pero cuando se trata de los países donde no se respeta los derechos humanos e inclusive a la iglesia, el no interviene dice nada, y el es consciente de lo que actualmente pasa en Venezuela y otros países que responden al Socialismo del Siglo XXI. Donde están los derechos humanos y otras instancias que inclusive dirige la iglesia en estos países incluido Bolivia?. Habría que preguntarle a sus reprentantes en nuestros países ¿Porque esa su posición que la mayoría de los Latinos vemos en las noticias?.
Un abrazo estimado Doctor.
Lo que usted justamente señala tiene que ver con la aplicación coherente de los principios, no con la validez de los principios en sí.
La intervención del papa en respaldo a los obispos norteamericanos se debe a la disputa teológica en torno al orden del amor suscitada por VP Vance.