Blog de Francesco Zaratti

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La crisis de los carburantes en Bolivia tiene dos soluciones estructurales, en el sentido de que ambas apuntan a disminuir la demanda de los combustibles líquidos.

La primera es convertir a GNV (Gas Natural Vehicular) los coches con motor a gasolina. La irrefutable conveniencia de esta conversión para el usuario y el Estado ha sido ya demostrada y no la repetiré (Ver: https://fzaratti.blog/2024/12/07/vender-barato-para-comprar-caro/).

La otra solución es la electromovilidad, que consiste en reemplazar un vehículo a gasolina por un coche 100% eléctrico o bien por uno “híbrido”, que funciona con electricidad y con gasolina.

La conveniencia económica de un vehículo 100% eléctrico, con los costos actuales de la energía, es evidente si comparamos el consumo para recorrer 400 km (40 litros de gasolina en ciudad) con su equivalente eléctrico (45 KW-h). Los 40 litros de gasolina (la más económica) representan 150 Bs, mientras que el costo equivalente de la energía eléctrica (con tarifa doméstica) no llega a 60 Bs:  un ahorro de Bs 90 por carga (y de filas en los surtidores) para el usuario y de 336 Bs para el Estado por esa gasolina que se deja de importar.

Pues si todos ganan, ¿qué impide un cambio masivo hacia la electromovilidad?

En general, se extraña una política clara de Transición Energética. Hay una notoria incomprensión de las implicaciones de esa política (que es una urgencia, no una opción), reducida a rebajas de aranceles aduaneros que no llegan a afectar los precios elevados de los coches eléctricos.

Esa política va desde la generación eléctrica masiva con fuentes de energías renovables (hídrica y solar), a un plan financiero para incentivar el cambio hacia la electromovilidad, pasando por la infraestructura para facilitar la transición, con un enfoque no estatista, sino abierto a la iniciativa privada.

Para escribir esta columna con conocimiento de causa, en los últimos días quise explorar la posibilidad de adquirir un coche eléctrico. Mi conclusión es que comprar un coche eléctrico es una verdadera carrera de obstáculos.

En primer lugar, está el precio prohibitivo: casi un 100% más que el equivalente a gasolina. Eso se debe básicamente a la economía de escala y a la falta de incentivos reales.

En cuanto a la financiación de la compra, si bien algunos bancos ofrecen condiciones interesantes (crédito en bolivianos a ocho años con intereses fijos), no se contempla el reciclaje del coche a gasolina que uno deja de usar. Si hubiera un programa para recibir el coche a gasolina como cuota inicial, el crédito se pagaría solo, con el ahorro de la energía, especialmente en vehículos de servicio público o de uso intensivo. A la pregunta: “¿qué hacer con los vehículos usados a gasolina?”, se podría responder con su desplazamiento a las provincias, compitiendo con los autos que siguen siendo internados ilegalmente.

Adicionalmente, el precio elevado tiene secuelas en el costo del seguro y en los impuestos, aunque se ha anunciado incentivos durante los tres primeros años.

Finalmente, el tema de la recarga es complejo: para una vivienda, el coche 100% eléctrico viene con un inversor de corriente alterna a continua y el enchufe especial de carga. Pero si usted vive en un edificio, debe buscar un enchufe cerca de su parqueo (cuando cada estacionamiento debería tener uno) y colocar un medidor certificado (a sus expensas), el inversor y el enchufe de carga. Eso mientras se pueda aplicar la tarifa doméstica. Y ni qué decir de la precaria infraestructura de recarga en los espacios públicos (electrolineras).

Hace falta empresarios que inviertan en eso y de un Estado que deje de actuar como “perro del hortelano”, si se quiere popularizar los coches eléctricos.

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20 respuestas

  1. Las grandes empresas están yendo hacia autos de agua o aire (chau litio y chau discurso gubernamental), sustituyendo los eléctricos, esta es una oportunidad pues los eléctricos bajarán de precio.
    En el caso boliviano debería fomentarse la importación abierta sin impuestos de autos eléctricos, así el precio se reduce de la desmedida ganancia que pretenden las importadoras ávidas de hacer negocio con los incautos.
    La política debe incluir la conversión de transporte público (que son el 60% de los que hacen colas y negocio con la gasolina) a eléctricos y la eliminación de los chutos (que representan el 30% del parque automotor y sólo contaminan sin pagar impuestos).
    Pero todas estas medidas son inviables pues el gobierno se nutre de los votos de estos sectores.

    1. Tienes mucha razón, Luis Alberto. Los obstáculos para la electromovilidad son muchos, empezando por la pobre economía de escala de ese negocio. Habrá que apoyar también los esfuerzos de empresas nacionales, como Quantum, que siguen remando contra la corriente.

  2. La topografía de la ciudad de La Paz, no es para tener coches eléctricos, en extremo híbridos. Usando gasolina para subidas y gas para lugares planos y bajadas.
    Santa Cruz y Cochabamba, aplican para tener un parque automotor eléctrico.
    La ciclovía, tampoco es viable por la topografía de la zona sur que no es plana.

    1. En realidad un motor eléctrico no resiente de la falta de oxigeno de modo que las subidas son menos difíciles con un auto ele2ctrico en altura. Los híbridos son dos motores y tienen ventajas y desventajas obvias.

  3. Muy de acuerdo pero habrá que esperar um poco. El precio en fabrica de los autos electricos es todavia muy elevado. Los chinos BYD son más baratos pero pudiesen ser afectados (indirectamente para nosotros) por los aranceles amenazados por Trump.

  4. Feliz Año Nuevo para ti y toda la familia, buen comentario y puede ser que alguien gana dinero para no implementarlo, en fin veremos wue sucede este año

  5. Realmente si esté proyecto se hace realidad, el país ahorraría mucho… crucemos dedos para que haya empresarios que quieran invertir en nuestro país.

  6. Muy cierto tu argumento. Mi experiencia con un híbrido BYD es buena, incluso con un tanque de 50 litros tiene autonomía de 1100 km y la batería se va recargando de manera que en tres meses solo lo enchufe una vez. La fuerza y velocidad es alta y el rendimiento también. En cuanto al financiamiento para la compra, hay una linea de crédito en banco Unión a tasa de 3.5 en bolivianos y el precio en Criwn es a tipo de 6.98.

  7. Ya que andamos en temporada pre electoral, ¿habrá ya algún candidato que plantee algo parecido? Eso sí, varias de las actuales autoridades tienen demasiados intereses en contra. Así que por ese lado, ni en sueños.

    1. Es mi intención que esas ideas sean recogidas por los candidatos. Pero, por ahora, la prioridad es la política y no los planes de gobierno. Habrá que esperar.

  8. Se debe aclarar que no existe el concepto de «transición energética», o en realidad no la hay en el presente ni la habrá en los próximos 20 o 30 años. Si se observan las estadísticas de demánda energética y consumo de combustibles fósiles, ambos han continuado aumentando sin pausa. Es posible que en el futuro haya «diversidad energética», aunque no «transición», al menos mientras haya reservas de petróleo (unos 150 años teniendo en cuenta las nuevas tecnologías de extracción).
    Si se hace el cálculo del consumo de combustible requerido para generar la electricidad que demanda cargar un vehículo eléctrico, se podrá ver que no hay tal reducción del consumo de combustible. El artículo hace bien en alcarar que el cálculo de costos se ha hecho a partir de la tarifa domiciliaria, algo que es posible mientras haya unos pocos autos eléctricos en el mercado.
    Si se quisiera reemplazar toda o gran parte de la flota vehicular, esto no sería posible por la limitada capacidad del tendido, lo que requeriría nuevas líneas de transmisión, nuevas terminales de carga y por consiguiente nuevas tarifas.
    La generación solar y eólica es intermitente, no coincide con los picos de demanda y por consiguiente requiere mantener la generación de base que utiliza combustibles fósiles. Para peor, si la generación de base debe mantenerse activa permanentemente para complementar la intermitencia de las anteriores, el costo de generación aumenta ya que la tarifa es establecida por la mas cara de las generaciones intervinientes.
    La crisis de los carburante en Bolivia es debida principalmente a las medidas ideológicas impuestas por un gobierno incapaz, y no se solucionan cambiando los autos sino cambiando la orientación de la gestión de gobierno.

    1. Gracias, don Horacio, por los comentarios que comparto en gran parte.
      Como dice el nombre, la «transición» energética es un proceso que dura decenios para sustituir, por lo menos parcialmente, los combustibles fósiles con fuentes renovables. Pero todo largo camino empieza con un pequeño paso y ese paso ha sido descuidado por los últimos gobiernos. Ese proceso para Bolivia ya no es una opción, sino una necesidad urgente, ante el agotamiento de las reservas de hidrocarburos.
      En segundo lugar la electromovilidad implica la transición de la generación termoeléctrica a la con fuentes renovables, que puede ser centralizada o distribuida, caso contrario no tendría sentido. La intermitencia de las fuentes renovables no convencionales es un problema. Por eso su generación debe complementarse con generación hídrica, termo con gas y geotérmica, sin subsidios.
      Finalmente, la crisis del gas es consecuencia de las malas políticas de los últimos 20 años, estoy de acuerdo, pero revertir esas política no es suficiente para que aparezca gas si no lo hay.
      Saludos cordiales.

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